¡¡¡Chiquito pero brillante!!!

Ryan es un niño, bueno ahora joven, que tuvo una idea de transformación social que se convirtió en su sueño y lo cumplió. Con tan sólo 7 años de edad Ryan tomó una problemática mundial como suya. Al enterarse que muchas personas estaban muriendo por no tener fácil acceso a agua potable, no pudo evitar no hacer nada ante ello, por lo que comenzó a idear como resolver este problema, para después formar su propia fundación.
Este caso es un golpe muy duro, en mi caso así lo fue, porque yo que ando en los veintes no he realizado nada trascedente por tener un mundo mejor, si no al contrario nos olvidamos y preferimos ponernos el sombrero del mago para desaparecer esos problemas y no sentirnos culpables de lo que pasa allá afuera. Este testimonio es un impulso para todo aquel y me incluyo, que no han querido involucrarse lo suficiente como para transformar el mundo sin buscar un beneficio económico a cambio o realizarlo sin buscar incrementar nuestro ego y vanidad.
Ryan da una lección de humildad para grandes y chicos, pero sobre todo es un ejemplo de lo que debemos hacer ante una problemática, ¡¡¡ACTUAR!!!